domingo, 22 de junio de 2014

La validez de una prueba auténtica

La validez de una prueba auténtica, es decir, su coherencia con las programaciones curriculares y el proceso instruccional, así como la seguridad de que mide la naturaleza real de lo que pretende medir, viene dada por la observancia de cuatro criterios de validez (Segers, Dierick y Dochy, 2001; Gielen, Dochy y Dierick, 2003):


a) Validez curricular: si lo que se evalúa se corresponde con lo que está previsto en el currículo nacional y en las adaptaciones del propio centro.


b) Validez instruccional: si las actividades de evaluación valoran las competencias que realmente fueron enseñadas durante las clases.

c) Validez consecuencial: si las actividades de evaluación tienen efectos sobre el modo en que estudian y aprenden los alumnos.

d) Validez ecológica: si la evaluación recoge estrategias, habilidades y competencias útiles para resolver problemas funcionales, de carácter extra-escolar, relevantes para los alumnos al formar parte de su vida cotidiana.


las competencias de los alumnos y su evaluación, Monereo (2009)

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