La evaluación auténtica

Díaz y Hernández (2007, p. 430) la definen como “aquella evaluación del desempeño que demanda que los aprendices demuestren sus habilidades, destrezas o conductas aprendidas en situaciones genuinas de la vida real”.

Collins (1995), expresa que esta forma de evaluación se “concibe como un proceso colaborativo y multidireccional en el cual los alumnos se auto evalúan, son evaluados por sus pares y por el maestro este a su vez aprende de y con sus alumnos”. 

Se caracteriza por “demandar que los aprendices resuelvan activamente tareas complejas y auténticas mientras usan sus conocimientos previos, el aprendizaje reciente y las habilidades relevantes para la solución de problemas reales”. Herman, Aschbacher & Winters (1992, p. 2).

Están diseñadas para representar el desempeño real en el campo en cuestión.